Pipopes


Bueno, acerca de ésta serie de videos (ojala puedan revisarlos todos, la serie completa vale la pena ser vista en un afán critico) quisiera acentuar dos cosas: Primero, que la voz narrativa del que hizo los videos es bastante mamona, ese tono ibérico resulta no menos que cagante. Segundo, que a pesar de lo pretencioso de éstos documentales, tienen mucha razón y, si ustedes acostumbran usar la mariguana como un medio recreativo para la mente, pues seguramente se cagarán de la risa. Hay cosas sinceramente obvias pero que se agradece que sean señaladas, como lo de las camisas rosas, lo cual me parece una mariconada aceptada para homosexuales en potencia, las camisas abiertas, el uso del nextel o celular en un antro donde no te escuchas ni los pensamientos, menos a alguien por el teléfono. La bufanda me parece tanto o más jota que el uso de camisas pegadas en cabrones que el unico musculo funcional que tienen es el de la lengua de tanto usarla pa tragar, lo que hace que se vean como costalitos de papa, no que como modelos de Calvin Klein. Sin embargo, el pipopismo no es un fenómeno exclusivo de los poblanos, sino de todos aquellos que, en algún momento de sus visitas al antro, le dicen "mi rey" a un wey que acaban de conocer, "preciosa" a una vieja que tambien acaban de conocer y que quieren cojerse, o emocionarse al escuchar canciones de Luis Miguel y posteriormente, arrobados por éste extasis fabiruchesco, creen que es gracioso levantarse el cuello de sus camisas tipo Polo y perecer remedos del que canta. En lo único en que si no estoy de acuerdo, es en sobajar a una bebida tan noble como el Bacardí, el cual, entre sus virtudes, está la de ser económica y accesible a todo público, no nada más para los pipopes, sino tmb pa la clase trabajadora y honesta. En fin. Ustedes juzguen.






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